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ADEERA llamó a adecuar la regulación a los nuevos paradigmas de transición energética

La Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina afirma que sólo mediante un marco normativo actualizado y flexible, acompañado de inversiones estratégicas, se podrá avanzar hacia un sistema energético más sostenible y resiliente en Argentina. Para ello, se necesita un enfoque proactivo y colaborativo entre las empresas, los reguladores y la sociedad…

Durante el mega evento Future Energy Summit (FES) realizado en Argentina, más de 400 ejecutivos, inversionistas, líderes y altos cargos del sector energético debatieron sobre las principales tendencias para el desarrollo de proyectos competitivos en Argentina.

Uno de ellos fue Claudio Bulacio, Gerente de Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina (ADEERA), quien manifestó la necesidad de adaptar la regulación del sector a los desafíos y oportunidades que plantea la transición energética.

Desde el punto de vista de las distribuidoras, Bulacio destacó que la transición energética presenta retos significativos: “Si bien las distribuidoras están comprometidas con este proceso, se enfrentan a la necesidad de adaptar las redes eléctricas a la creciente demanda y a la incorporación de nuevas tecnologías, como la generación distribuida y la movilidad eléctrica”.

En efecto, uno de los mayores desafíos planteados por el experto radica en la necesidad de prepararse para la integración de tecnologías de almacenamiento de energía, que aún no están completamente desarrolladas en Argentina. La creciente autonomía de los usuarios en la gestión de su consumo energético plantea nuevos desafíos operativos para las distribuidoras.

En este sentido, Bulacio señaló que las redes de distribución deben evolucionar de ser meros proveedores de energía eléctrica a convertirse en administradores de energía.

“Para lograrlo, es fundamental avanzar en la digitalización de las redes y en la implementación de tecnologías como la medición inteligente, que permitan una mayor flexibilidad y eficiencia en el consumo y la gestión de la energía”, agregó.

Bajo esta premisa, señaló que la adecuación de la regulación es un paso crucial en este proceso de transición: “Es fundamental revisar y actualizar la regulación del sector eléctrico, que en Argentina lleva más de 30 años vigente. Es necesario adaptarla a los nuevos paradigmas y necesidades del mercado, asegurando que las tarifas respondan a las demandas de la sociedad y promoviendo las inversiones necesarias para impulsar la transición energética”.

En este contexto, ADEERA aboga por un enfoque más integral en la fijación de tarifas, que no se base únicamente en reducir los costos, sino en garantizar la sostenibilidad del sistema eléctrico y promover la adopción de tecnologías más limpias y eficientes.

“Hay que plantear las mejores inversiones para motivar a la transición energética. El avance de la tecnología nos va a permitir invertir en negocios que hoy no imaginamos. La regulación debe acompañar ese movimiento para poder ampliar nuestras capacidades de energía”, concluyó.