El Europe Future Energy Iberian Renewable Summit, celebrado en Madrid el pasado 4 de julio, reunió a más de 350 empresarios y líderes del sector de las energías renovables, provenientes de 25 países.
Organizado por Future Energy Summit y Energía Estratégica España, el evento contó con más de 70 panelistas destacados y se exploraron los temas claves para impulsar la transición hacia un futuro energético sostenible.
El primer panel se centró en el tema crucial de la transición energética, en el que se analizaron los desafíos y oportunidades que enfrenta la industria en la adopción de energías renovables y se debatió sobre las estrategias necesarias para alcanzar una matriz energética más sostenible.
Allí Lola Rodríguez Trejo, Country Manager Spain de Repsol, destacó cuatro desafíos primordiales: agilizar las tramitaciones ambientales para proyectos; crear diseños de subastas atractivos para el sector fotovoltaico; fomentar el autoconsumo; y crear un marco normativo propicio para el desarrollo de almacenamiento.
Señaló que el gran volumen de proyectos renovables en España, genera retrasos en los trámites y en los hitos administrativos que obligaron al Gobierno a dar prórroga para la obtención del permiso de construcción pero los “aprieta” hacia la fecha límite de explotación.
Aunque reconoció que se están implementando acciones para acelerar las tramitaciones y se aumentaron los recursos humanos, Rodríguez Trejo considera que se necesitan más medidas para garantizar que los proyectos renovables puedan cumplir con los compromisos que las empresas tienen con el sector renovable.
“La agilidad en los trámites no implica hacerlos más laxos, pero sí acelerar su proceso. La ampliación de los plazos no es una solución”, declaró la ejecutiva.
Por otra parte, manifestó que es necesario adecuar el modelo de mercado marginalista para la incorporación de la energía fotovoltaica, a fin de fomentar la inversión en esta tecnología.
Cabe aclarar que según los datos del primer semestre del año, alrededor de 8 GW de potencia renovable (sobre todo eólica) se pierde por el excedente de generación eléctrica, sumado a la alta cantidad de horas valor 0€ que podría poner en riesgo la rentabilidad de las plantas en el largo plazo.
Además, propone apostar por subastas con diseños que reflejen los precios reales de la energía fotovoltaica, para atraer un mayor interés de inversión y un mayor fomento del autoconsumo y las comunidades energéticas, ya que las considera necesarias para completar la transición.
“Sin estas medidas no se puede garantizar el desarrollo de la energía fotovoltaica y cumplir con los objetivos ambiciosos establecidos en el nuevo PNIEC”, afirmó la referente de Repsol.
Hidrógeno y almacenamiento
Dos de los temas claves para el propio devenir del cambio de matriz es dar flexibilidad de suministro a los usuarios.
Aquí se coincidió en que ambos son en extremo necesarios para continuar incorporando potencia renovable al mix.
En este sentido, Rodríguez Trejo subrayó que, aunque actualmente no se consideran económicamente viables, se reconoce su importancia para proporcionar flexibilidad y sostenibilidad al sistema en el futuro.
“Será crucial la creación de un marco regulatorio que permita la incorporación de más capacidad de almacenamiento, porque hoy no vemos la viabilidad de estos, pese a que hay una gran cartera en tramitación”, agregó.
Repsol en España
La compañía ha realizado importantes inversiones en energías renovables en el país, apostando, particularmente, por la energía solar fotovoltaica como una de sus principales tecnologías, con una capacidad actual de 6,6 GW, de los cuales 390 MW están en operación y el resto en proceso de tramitación.
Uno de los pilares de la estrategia de Repsol es el impulso del autoconsumo fotovoltaico, tanto en territorio español como en Portugal.
La empresa se ha centrado en aprovechar el potencial de esta forma de generación distribuida y espera seguir creciendo en este mercado en el futuro.