Ayer, en la apertura del Día 1 de la Cumbre de Generación Distribuida, organizada por Latam Future Energy, José Venegas, Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE) de Chile, destacó que la generación de renovables a pequeña escala ya supera los 1.300 MW de potencia, cifra interesante si se tiene en cuenta que la matriz eléctrica de ese país se conforma de 28.000 MW.
Aseguró que a marzo de 2021 existen 359 instalaciones PMGD (Pequeños Medios de Generación Distribuida, proyectos de hasta 9 MW), por 1.226 MW, y 7.646 conexiones de hasta 300 kW, que totalizan 80 MW.
La generación a pequeña escala “es una pieza importante y fundamental de nuestro desarrollo”, destacó Venegas. Sin embargo, reconoció que este crecimiento vertiginoso, el cual promete continuar su curso, trae aparejados grandes desafíos, sobre todo a nivel de redes eléctricas en la distribución y transmisión.
“La incorporación de energías renovables no convencionales, exige elaborar una estrategia de flexibilidad. Incluye reconocer el almacenamiento, como un estabilizador de la red que nos permita trabajar con la variabilidad de estas energías renovables, remunerar su potencia y habilitar su consideración en transmisión”, indicó el referente de la CNE.
Cabe destacar que durante el primer trimestre del 2021, la participación de las energías renovables no convencionales, tanto en grandes proyectos como en pequeños, alcanzó el 25% de la generación total.
“Entre mayor sea la incorporación de Generación Distribuida, mayor exigencia se tendrá en la coordinación y operación del sistema, en vista de mantener y otorgar un servicio de calidad y a un precio justo al cliente final”, advirtió Venegas.
Explicó que “esto significa que tenemos que poner atención a lo que está sucediendo en las redes, que van siendo un elemento de cada vez más contacto con el generador distribuido, con el cliente y con lo que hay entre medio”
Puntualizó en que la planificación y expansión de las redes en transmisión y distribución deberán considerar la existencia de estos recursos distribuidos, como la electromovilidad.
También señaló que habrá que explorar los criterios que dirijan la expansión de la transmisión y distribución considerando el mejor uso de los recursos distribuidos. “Por lo tanto, la planificación de ambas redes deberá encontrar un equilibro en su diseño y expansión”, concluyó.
Además, indicó que “la presencia y disponibilidad de estos recursos a bajo nivel, podría eventualmente abrir espacios a nuevos servicios que se orienten a la gestión instantánea de los recursos basado en Redes Inteligentes”.
“La disponibilidad de la Generación Distribuida coordinada, eventualmente podrían ser prestadores de nuevos servicios a la red al nivel de su punto de conexión”, remató Venegas.