En el marco del Future Energy Summit Iberia 2024, Ramón Cidón, Director de Desarrollo de IGNIS, explicó cómo la empresa española fundada hace apenas seis años, ha experimentado un crecimiento notable, alcanzando recientemente los 500 MW en operación.
Siendo un desarrollador puro, hoy cuenta con un equipo de 120 profesionales y acumula la cifra de 582 empleados.
En su evolución, la compañía ha ampliado su alcance y se ha convertido en un Productor Independiente de Energía (IPP), con un objetivo de alcanzar 1,5 GW en los próximos cuatro años.
Además, han lanzado una rama de gestión de energía que ya gestiona 7 GW y suministra 1 TWh a 40.000 pequeñas y medianas empresas en el país.
Un hito reciente, es el lanzamiento de un proyecto conjunto con KKR con el foco en “responder a la problemática de la baja demanda y los precios reducidos de la energía fotovoltaica”, tal como lo mencionó Cidón.
Se trata de IGNIS P2X, una nueva plataforma Power-to-X (P2X) para desarrollar principalmente proyectos de biogases para aplicaciones industriales en sectores industriales de difícil descarbonización.
Esto incluye plantas de producción de hidrógeno verde, amoníaco, e-metanol, e-fuels y SAF que darán servicio a empresas líderes en sus sectores como la refinería, siderurgia, química y fertilizantes, entre otros. Igualmente, la plataforma desarrollará proyectos renovables tradicionales, principalmente eólicos y solares, asociados.
Como parte del acuerdo, KKR aportará hasta €400 millones para desarrollar y construir futuros proyectos. KKR e IGNIS contarán con el 50% de IGNIS P2X en su inicio.
Desafíos del mercado
“Entiendo que todo lo que no tenga PPA no se va a poder construir o va a ser muy difícil”, afirmó Cidón y reconoció que los precios actuales de estos acuerdos son “extremadamente bajos”, lo que dificulta la economía de nuevos proyectos, lo que puede producir “un valle de desarrollo en los próximo 2 a 3 años”.
Sin embargo, expresó su esperanza de que esta situación mejore luego.
En este contexto, subrayó la importancia de generar demanda: “Tenemos un momento histórico para España que es energía autóctona y barata, lo cual es un imán para la demanda”.
IGNIS está aprovechando esta oportunidad con proyectos avanzados como un gran proyecto de amoníaco verde en Coruña y otro en Castellón, declarado de interés estratégico por el gobierno valenciano.
Para enfrentar los desafíos de la conexión a la red y el uso de agua en la producción de amoníaco y metanol, Cidón describió que están trabajando en soluciones de potabilización que podrían durar varios años.
Asimismo, identificó como reto la necesidad de contar con una fuerte capacidad financiera para afrontar estos proyectos industriales y químicos que requieren inversiones significativas.
“Mejorar lo que tenemos”
En momentos en donde el desarrollo de la fotovoltaica está siendo un desafío por los ajustados márgenes de rentabilidad que propicia el mercado, el referente de IGNIS sostuvo que la innovación debe aplicarse a “mejorar lo que ya tenemos para ser más eficientes tanto en generación como en consumo”.
En términos de optimización, la compañía está implementando tecnologías avanzadas como drones para la revisión de parques solares y el uso de ovejas para el desbroce, lo cual ha requerido innovaciones en los sistemas de vigilancia para distinguir entre animales y personas.
El futuro del hidrógeno
Por último, Cidón expresó su deseo de que España pueda desarrollar una capacidad de producción nacional de hidrógeno renovable en lugar de depender de importaciones, como ocurrió con los paneles solares.
Sin embargo, reconoció que actualmente las fábricas en España operan a una escala mucho menor de la necesaria. “Hace falta un escalón, una subida tecnológica de 20 kilovatios a gigas. Y ojalá seamos capaces en España de tenerlo”, afirmó.
En cuanto al impacto ambiental, Cidón destacó que los proyectos de amoníaco y metanol tienen un impacto relativamente bajo y que la tramitación ha sido más rápida y sencilla en comparación con los parques fotovoltaicos.
“Estoy súper sorprendido porque me cuesta cuatro años tramitar un parque fotovoltaico y en cambio, en un año y medio tramitas un proyecto de estas características”, comentó.
El mayor impacto ambiental que tienen estas plantas está vinculado al ruido, pero el hecho de instalarlo en zonas industriales, alejadas de la población acelera los plazos de aprobación.