Por Guido Gubinelli
República Dominicana avanza hacia una reestructuración de su sistema eléctrico con foco en energías limpias y almacenamiento. El Ministro de Energía y Minas, Joel Santos Echavarría, anunció que el país lanzará dos licitaciones diferenciadas en 2025: una para generación renovable y otra para almacenamiento con baterías.
Lo hizo durante su participación en FES Caribe 2025, el foro energético más influyente de Hispanoamérica, que esta reuniendo en Santo Domingo a más de 500 líderes del sector público y privado, y que continuará su gira el próximo 24 de junio en Madrid, España, convocando a las principales compañías del sector energético renovable, tal como ya lo ha hecho en ediciones anteriores (descargar agenda del 2024).
“Generación y almacenamiento”, respondió con firmeza el ministro ante la consulta de si se trataría de una licitación conjunta o separada, dejando claro que se abordarán por vías independientes. La decisión responde a la necesidad de asegurar una matriz energética diversificada que acompañe el ritmo del crecimiento de la demanda.
“Tiene que ser en el 2025. Eso no puede pasar al 2026”, subrayó Santos Echavarría, aludiendo a la urgencia con la que se deben estructurar los mecanismos de contratación para nuevas tecnologías. Actualmente, las distribuidoras trabajan en la preparación de los términos y condiciones de ambas licitaciones. “Se está preparando ahora mismo una licitación de energía renovable que permita administrar el sistema en los próximos años”, puntualizó.
Día 1 del mega encuentro de FES en República Dominicana
Una de las claves será la definición de precios de referencia, y en ese punto el funcionario se mostró confiado: “La Comisión Nacional de Energía tiene ya suficiente experiencia para establecer precios de referencia. Han evaluado una cantidad importante de proyectos”, afirmó, asegurando que el conocimiento acumulado permitirá establecer con claridad la cantidad de megavatios que se van a licitar.

Gira de eventos FES
Cabe resaltar que los encuentros de Future Energy Summit (FES) se destacan no sólo por recibir a las personalidades más influyentes vinculadas a las energías renovables, sino que también cuenta con espacios exclusivos de networking, donde compañías locales y globales celebran acuerdos que promueven la transición energética.
300 MW de almacenamiento: el objetivo del invierno 2027
Uno de los ejes de la planificación es el fortalecimiento de la infraestructura de almacenamiento energético, en línea con la resolución CNE-AD-0005-2024, que exige que los proyectos renovables entre 20 y 200 MWac integren al menos un 50% de su capacidad en baterías.
“La Comisión Nacional de Energía ya dictó una resolución en la cual los proyectos nuevos que tengan más de 20 megavatios, hasta 200 megavatios, requieren de por lo menos un 50% de almacenamiento”, destacó Santos Echavarría.
En ese sentido, proyectó un hito determinante: “El invierno 2027 va a ser un año donde va a haber un reto importante y nosotros ya tenemos que tener una importante cantidad de almacenamiento, por lo menos 300 megavatios disponibles para esa fecha”, advirtió, señalando que se espera una mayor estacionalidad y picos de consumo cada vez más intensos.
“En la medida que van entrando renovables, la necesidad de almacenamiento juega un papel más importante”, agregó, reafirmando el compromiso del gobierno con la incorporación de baterías como solución estructural al desafío de estabilidad.
“Eso requiere que, por ejemplo, en la temporada más caliente, que se están generando picos importantes, se puedan administrar. Y lo propio en la temporada más fría”, amplió el funcionario, usando como ejemplo los desafíos estacionales similares a los del turismo: “Yo vengo originalmente del sector turístico, donde manejamos mucho el tema de la estacionalidad, temporadas bajas y temporadas altas”.
Las renovables superan el 50% en momentos puntuales
La transición energética dominicana muestra señales concretas de avance. “En algunos momentos puntuales, la energía suplida por las renovables ya ha sobrepasado el 50%”, reveló el ministro, aunque advirtió que “eso también obviamente es un gran hito, pero también un gran reto”.
El objetivo del gobierno es que el 30% de la energía suplida provenga de fuentes renovables, más allá de la capacidad instalada. “La idea es continuar promoviendo el crecimiento de las renovables. El trabajo será seguir fomentando las renovables, seguir acelerando los procesos de permisología”, detalló.
A su vez, resaltó que la integración de nuevas tecnologías, como microprocesadores y datacenters, impulsará aún más el consumo energético. “La tecnología tiene una característica, señor, y es que es un gran demandante de energía”, afirmó. Por eso, el sistema deberá prepararse para “mayores picos de demanda y mayor estacionalidad”.
Más inversión en base, transmisión y distribución
Aunque las energías limpias son el eje, Santos Echavarría también destacó que la energía base continúa creciendo, con 2.179 MW en desarrollo en proyectos de gas y una hidroeléctrica de 204 MW proyectada para 2028.
En infraestructura, se estima una inversión de 450 millones de dólares en transmisión, principalmente en la zona sur, “donde el factor solar es sumamente alto”, y 300 millones de dólares anuales en distribución para redes, transformadores y medidores inteligentes.
“El sistema dominicano continúa avanzando en todos los frentes”, sostuvo, asegurando que las inversiones se orientan tanto a generación como a la estabilidad del sistema.
Una mirada estructural a 12 años
La planificación energética se inscribe dentro de un enfoque de largo plazo que busca integrar a todos los sectores económicos. “Es una especie de pacto entre el sector público y el sector privado para poner en marcha cambios estructurales en la economía”, explicó Santos Echavarría.
A través de mesas de trabajo, los actores definen medidas específicas que luego se integran en una estrategia común. “Debe haber un trabajo conjunto y consistente con esa mesa, dándole seguimiento a que las acciones se realicen”, manifestó.
El compromiso del gobierno con la transición energética es claro: impulsar licitaciones efectivas, promover las renovables, anticiparse a los picos de consumo, y garantizar la estabilidad del sistema a través del almacenamiento. La hoja de ruta está trazada, y 2025 será el año clave para ponerla en marcha.